El viaje de Chihiro es una película onírica que ya tiene sus años (se estrenó en 2001) pero recientemente la volví a ver después de mucho tiempo así que decidí hablar de ella.
Es sin duda alguna uno de los mejores films de todos los tiempos, habiéndose mantenido en el puesto número 1 como una de las películas de anime más taquilleras hasta el pasado año, cuando se estrenó Your Name, así que sobra decir que la recomendamos.
¿Y de qué vá? Pues Chihiro y su familia se mudan a un pueblo, y de camino a su nueva casa se pierden por el bosque. Investigando en la espesura descubren lo que parece ser un parque de atracciones abandonado en el que paran a comer, o eso creen ellos…
Sin darse cuenta, entran en un mundo mágico al que no pertenecen, sus padres sucumben a la magia y Chihiro tendrá que adaptarse o desaparecerá, aunque en esta tarea habrá personas que le ayudarán.
A lo largo de la trama deberá resolver multitud de tareas mientras busca la forma de liberar a sus padres, eso sí, siempre sin olvidar quien es ni sus valores.
Es una película preciosa con un final emotivo, aunque demasiado abierto para aquellos que desean saber si Chihiro y Haku se reencuentran en el futuro.
A mí particularmente me llama mucho la atención el detalle con el que dibujan los gestos y movimientos de los personajes y objetos ya que, a menudo, no se suelen plasmar de manera tan real; incluso los créditos con los bocetos de las escenas de la película se agradecen, a pesar de no gustarle un ending de este tipo a todo el mundo. Por otra parte, a algunas personas le parece algo lenta la parte del principio pero igualmente conforme avanza la película va mejorando. Además, hay muchas curiosidades de esta película distribuidas entre libros, dvds, making of e internet. Por último, os invito a soñar con los rumores de una posible continuación para 2019, no confirmada hasta la fecha por el estudio Ghibli, titulada Miyazaki’s Spirited Away 2: The Kohaku River.